Un terremoto de 4,4 sacude Galicia: por qué no es como el de La Palma

El movimiento sísmico se notó en A Coruña y su comarca, Ferrolterra, y llegó hasta A Mariña
"Ruidos raros y pequeños movimientos", indicaba en Twitter una mujer desde Ferrol
Hace dos días, el miércoles, ocurrió también otro seísmo cerca de esta misma zona del Cantábrico, de 2,4
El Instituto Geográfico Nacional ha registrado esta mañana un terremoto de magnitud 4,4 en el Cantábrico, a la altura de Viveiro, que se sintió en varios puntos de la costa de A Coruña y Lugo. El sismo tuvo lugar a las 6.32 de esta mañana, a una profundidad de 10 kilómetros.
En Santiago se sintió perfectamente. Adjunto fotografías para aquellos que quieran rellenar el cuestionario macrosísmico del IGN pinchando en el link azul sobre el terremoto. Si no hay cambios, sería el mayor temblor sentido en Galicia desde 1997 #terremoto pic.twitter.com/kLdo0WWJsg
— Brais Roma (@RomaBrais) 29 de octubre de 2021
"Ruidos raros y pequeños movimientos", indicaba en Twitter una mujer desde Ferrol; "Se sintió en Zalaeta, sí. La sensación desagradable duró como unos 5 segundos. Creo que me estaba dando algún mal, pero después ya caí en que lo que vibraba era el sofá", tuiteaba un usuario de A Coruña. El movimiento sísmico se notó en A Coruña y su comarca, Ferrolterra, y llegó hasta A Mariña. Precisamente, el IGN registraba hace dos días otro terremoto de menor magnitud (2,4) en la misma zona del Cantábrico. Hace dos días, el miércoles, ocurrió también otro seísmo cerca de esta misma zona del Cantábrico, en medio del mar, pero de menor intensidad, 2.4.
Los terremotos de La Palma se originan a 2.900 kilómetros de profundidad y se produce en un lugar donde las placas se están separando. El terremoto del Cantábrico se produjo a unos 300 kilómetros y en un lugar donde las placas están chocando. No hay ninguna conexión entre los dos fenómenos. El terremoto de esta mañana sentido en Galicia es la consecuencia del empuje de la placa euroasiática sobre la ibérica. La tensión supone un movimiento milimétrico cada año que, de vez en cuando, provoca la rotura de una parte de la placa y, por tanto, que la tierra tiemble y se aprecie en la superficie, según explica La Voz de Galicia.