Tras la imputación de la infanta Cristina en el caso Urdangarín y preguntado por si consideran que debe abrirse el debate sobre la República, el portavoz adjunto del PSOE José Quintana ha destacado que en el PSOE hay un "debate interno" al respecto, cosa que le parece "razonable". No obstante, ha señalado que también debería abordarse el tema territorial y la necesidad de blindar los servicios públicos.
En cuanto a la imputación de la infanta Cristina, ha destacado que sin perjuicio a la presunción de inocencia, considera que "la Justicia tiene que ser igual para todos".
Por su parte, el portavoz de IU, Gregorio Gordo, ha destacado que "cualquier momento es bueno para que España sea republicana" y ha visto con buenos ojos que hayan imputado a la infanta "como a cualquier otro ciudadano".
En esta línea, el portavoz de UPyD, Luis de Velasco, ha señalado que "es lógico, racional y democrático" que haya una serie de personas que aprovechen la situación para plantearse una serie de temas que "todo el mundo tiene derecho democrático a planteárselo".
En el caso de la imputación de la infanta, ha indicado que "es preocupante", pero que "más preocupante sería si no se le hubiese imputado".
Por último, el portavoz del PP, Íñigo Henríquez de Luna, ha señalado que no sabe si "ante la crisis económica, política, institucional que vive España", hay que cuestionarlo todo. "Creo que es un grave error al margen de que uno pueda ser monárquico o republicano", ha apostillado.
"Nosotros desde el PP defendemos el consenso que supuso la Constitución de 1978 y dentro de ese consenso está la Jefatura del Estado y la Corona, que simboliza la unidad y la continuidad de la Nación Española, patria común de ciudadanos libres e iguales en derechos y obligaciones", ha destacado.
A su juicio, "el respeto y las consideración de las tradiciones de lo que significa tu país, tu Nación es algo muy importante". Además, ha defendido que es "irresponsable traer ahora mismo ese tipo de debates porque no es momento de cuestionar ni la Jefatura del Estado ni los grandes consensos a los que llegaron los españoles en 1978".