Los trabajadores del astillero de Navantia de San Fernando de Cádiz han dejado claro que no se fían ni de los políticos ni del Gobierno así que mantendrán sus movilizaciones y aumentarán "la presión" para que se cumpla el contrato para la construcción de cinco corbetas encargadas por Arabia Saudí. Las palabras de la ministra, que ha dejado claro que todo están en estudio, son un paso atrás no reconocido, pero aún no suficiente.
"No nos vamos a creer nada hasta que no veamos la chapa", ha señalado Jesús Peralta, presidente del comité de empresa del astillero sobre el que está previsto que recaiga la mayor parte del trabajo de construcción de este contrato, valorado 1.813 millones de euros. No faltarán los cortes en la carretera ni manifestaciones, además de huelgas.
La incertidumbre sobre el mayor contrato de exportación de Navantia se encendió después de que el Ministerio de Defensa confirmara la semana pasada que iba a iniciar los trámites para cancelar el contrato de venta de esas 400 bombas de precisión, ante la sospecha de que Arabia Saudí pudiera emplearlas contra Yemen.
La respuesta del Gobierno saudí no se hizo esperar y provocó la indignación de la presidenta de la Junta de Andalucía. Mucho es lo que está en juego. Millones y miles de puestos de trabajo. "No nos fiamos de este Gobierno, los tres meses que lleva cada paso que ha dado recula", ha afirmado Peralta, al que parece que las palabras de Robles no le dejan convencido tampoco de nada.
El comité de empresa advierte de que para desconvocar las movilizaciones es necesario que haya un comunicado oficial del Gobierno en el que se les asegure que el contrato "no sufre ninguna remora".