Los dos acusados A.D.Ll., de 44 años, y S.A.M., de 43 perpetraron el desfalco aprovechando su puesto de trabajo y modificando la realidad del libro de caja de la oficina.
Los condenados, que trabajaban en el departamento de gestión de la notaría, convinieron que la caja se abriría todos los días con 1.400 euros y que aparentarían que se cerraba con la misma cantidad, quedándose la diferencia.
Las irregularidades contables se prolongaron desde el año 2005 hasta 2007. Los dos acusados fueron despedidos disciplinariamente. El Juzgado de lo social confirmó posteriormente estos despidos.