La UE estrecha lazos con las repúblicas ex-soviéticas más orientales

EFE 20/03/2009 18:36

"El fomento de la estabilidad, el buen gobierno y el desarrollo económico entre sus vecinos orientales reviste importancia estratégica para la Unión Europea", asegura la declaración que los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE aprobaron hoy.

En el núcleo de esta Asociación, los Veintisiete quieren situar valores como la democracia, el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos, así como los principios de economía de mercado, desarrollo sostenible y buen gobierno.

La nueva relación de vecindad, que no suscita el entusiasmo de Rusia, se rubricará oficialmente el próximo 7 de mayo en Praga con los presidentes de Armenia, Azerbayán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania.

La presencia del líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, "dependerá de su comportamiento en las próximas semanas", advirtió hoy la presidencia de turno checa de la UE, en referencia a la posibilidad de que el Parlamento de Minsk reconozca a las regiones secesionistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.

Precisamente, la iniciativa de la Comisión Europea recuerda el "interés crucial" de la UE en la estabilidad política y económica de la zona, en especial tras la guerra de Georgia y la crisis del gas ruso a través de Ucrania.

Pero el alcance de esta asociación ha suscitado diferencias entre los socios comunitarios, tanto por el peligro de inmigración ilegal como por su posible efecto negativo sobre la Unión por el Mediterráneo.

Los países orientales, Reino Unido y la CE son de la opinión de que hay que acelerar la facilitación de visados a los nacionales de Armenia, Azerbayán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania.

Pero el resto de los estados miembros, entre ellos España, considera que hay que ser más cautelosos a la hora de prometer mayores facilidades para entrar en la Unión Europea.

Finalmente, ha triunfado la postura de eliminar excesivas barreras a la concesión de visados, aunque España y Alemania han advertido de que debe hacerse "paso a paso".

Uno de los motivos alegados para no equiparar la Unión por el Mediterráneo y la Asociación Oriental es que mientras que los eurasiáticos tienen la posibilidad de entrar algún día en la UE, los norteafricanos carecen de esta perspectiva, por lo que merecen unas políticas especiales en las relaciones bilaterales.

Además, los países más implicados en la Unión por el Mediterráneo, como Francia y España, hacen especial hincapié en que esta nueva asociación no debe alterar el equilibrio presupuestario de la política de vecindad de la UE.

Por razones de población, la UE destina ahora dos tercios de dichos fondos a los países socios del área mediterránea (Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Marruecos, la Autoridad Nacional Palestina, Túnez y Turquía).