Urdangarin, jaque mate

JULIO MULEY 03/07/2014 12:29

Ni lazos de sangre –Marco Antonio es hermano de la mujer de Diego Torres- ni lealtades. El contable de Iñaki Urdangarin ha logrado, a través de su abogado, un acuerdo con el fiscal Pedro Horrach para que éste último reduzca sensiblemente su petición de condena a cambio de su confesión.

Ajeno a todas las polémicas vividas la semana pasada, ha sido el propio Horrach el que ha entregado en mano al juez Castro los ocho folios que ayer mismo le remitió por correo electrónico el letrado del contable.

En ellos, Marco Antonio Tejeiro entona un “yo confieso” que deja absolutamente contra las cuerdas a Iñaki Urdangarin y a su ex socio Diego Torres.

En el primer punto del escrito, Tejeiro deja bien claro que eran Urdangarin y Torres quienes lideraban y ejercían un absoluto control del “Grupo Noos”, desmintiendo así al duque de Palma cuando en sus declaraciones insistió en que su papel era el de una especie de relaciones públicas.

De aquí en adelante, todo el relato del contable supone un completo desastre para los intereses del duque de Palma y su ex socio.

Facturas falsas

En uno de los puntos, Marco Antonio Tejeiro asegura que tanto en los tres congresos organizados en Valencia como en los dos celebrados en Palma de Mallorca, el coste real de los eventos (1,6 millones de euros según los cálculos más generosos) fue notablemente inferior al importe que recibieron, en total 5,9 millones de euros.

Tejeiro apunta que ese dinero, procedente de los fondos públicos de las comunidades de Valencia y Baleares, se terminaron repartiendo entre Torres y Urdangarin. Lo hicieron mediante el giro de facturas contra el Instituto Noos por parte de un entramado de empresas creadas para tal fin por los dos ex socios.

El contable señala que esas empresas eran Noos Consultoría Estratégica, Shiriamasu, Intuit, Virtual y Aizoon.

Por si quedaba alguna duda, el contable aclara que las facturas que los dos socios presentaban no respondían a los servicios realmente prestados, sino que era la forma que ambos tenían para repartirse los beneficios por partes iguales.

Incluso añade que en el caso del primer Valencia Summit, en 2004, y en el Illes Balears Forum de 2005 los dos socios comenzaron a prepararlo antes de haber firmado el contrato “dadas las buenas perspectivas” que Urdangarin y Torres tenían tras las conversaciones previas con los responsables polícos.

Aclarado que, según el contable, todo era una especie de timo, añade en su confesión que el Instituto Noos, solo actuaba como una asociación sin ánimo de lucro a la hora de atraer los contratos con las administraciones públicas porque, realmente, funcionaba como cualquier sociedad. Sus propietarios se repartían los beneficios a través del entramado de empresas creado previamente.

Precisamente, el contable también corrobora que todas esas empresas compartían las mismas sedes sociales y sus empleados de forma indistinta, pues el único fin de estas mercantiles era que los socios se repartieran con ellas el dinero que iban logrando.

Las ilegalidades de Aizoon

Tejeiro no se deja nada en el tintero. También confiesa que Urdangarin y Torres contrataron algunos empleados de forma ficticia con el único fin de conseguir beneficios fiscales. Señala que esta práctica se efectuó en todas las empresas del Grupo Noos, incluida Aizoon.

Sin mayores ambages, deja bien claro que el dinero que se pagaba a esos empleados ficticios se lo terminaban repartiendo Urdangarin y Torres a partes iguales.

En esta línea, el contable también señala que Aizoon, la sociedad de los duques de Palma, nunca tuvo empleados a dedicación exclusiva, a pesar de que llegaron a tener una docena de personas dadas de alta en la Seguridad Social.

Esta sociedad, según el contable, carecía de infraestructura y medios personales para llevar a cabo los trabajos que facturaba al Instituto Noos.

Desvío de fondos al extranjero

Marco Antonio Tejeiro también pone al descubierto el entramado de empresas fiduciarias creadas en Belice y Reino Unido para desviar fondos al extranjero y ocultar a los “verdaderos beneficiarios”.

De Goes For Stakeholder, desde Reino Unido y Blossom Hills desde Belice giraban facturas al Instituto Noos por servicios inexistentes. Mientras que desde el Instituto Noos se enviaban partidas a las cuentas corrientes de la sociedad De Goes For Stakeholder Management LLC ubicada en Luxemburgo.

El contable asegura que detrás de esas sociedades, creadas con la ayuda del asesor Salvador Trinxet, se encontraba Diego Torres. Tejeiro desconoce si también lo estaba Iñaki Urdangarin.

La confesión del contable no deja cabos sueltos. Asegura que la ruptura que ambos dijeron protagonizar en 2006 , Urdangarín señaló que fue aconsejado por el asesor de Casa Real José Manuel Fontao, no fue no mucho menos real.

El contable asegura que hasta al menos dos años más tarde, Torres y Urdangarin mantuvieron los negocios, esta vez a través de, primero Areté y después con la Fundación Deporte Cultura e Integración Social., hechos que el ya cuñado del Rey negó en su declaración.

Con esta sorpresiva declaración de Marco Antonio Tejeiro, Diego Torres e Iñaki Urdangarín acaban contra las cuerdas.

Los delitos de falsedad, malversación, fraude a la administración, fraude fiscal o prevaricación quedan apuntalados de una forma más que amenazante para los dos ex socios. Se trata de una serie de delitos que, en el mejor de los casos y tras aplicar todo tipo de atenuantes hasta ahora inexistentes, no bajarían de los cinco o seis años de prisión.