Urkullu ve en el Parlamento vasco el espacio "donde construir un espacio de diálogo sobre principios democráticos"

EUROPA PRESS 19/10/2012 10:56

El candidato del PNV a lehendakari, Iñigo Urkullu, defiende que debe ser el próximo Parlamento vasco que salga de las elecciones del día 21 el espacio "donde construir un espacio de diálogo sobre principios democráticos". En esta línea, reconoce que aspira a que "la izquierda abertzale tradicional", a través de EH Bildu, tome parte en la ponencia de paz y convivencia.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, el candidato nacionalista ha advertido de que, en la próxima legislatura habrá que "adelgazar la estructura de la administración", aunque ello "no significa tocar funcionarios ni puestos de empleo".

Tras criticar que un año después del anuncio de ETA de cese definitivo de la violencia, tanto PSE como PP y EH Bildu no han cambiado su discurso y "miran al pasado", Urkullu ha abogado por la desaparición definitiva de la banda, así como "por una paz con memoria y el respeto a los derechos humanos y al sufrimiento de las víctimas y su resarcimiento".

En este contexto, ha defendido que, en el próximo Parlamento vasco todas las sensibilidades políticas tendrán opción de estar representadas, por lo que "debe ser la institución donde resida un foro de diálogo sin exclusiones con un diálogo abierto y participativo".

"El próximo Parlamento es la institución donde, pudiendo estar todas las sensibilidades ideológicas representadas, construir ese espacio de diálogo sobre principios democráticos", ha defendido, para añadir que confía en que "en la ponencia de paz y convivencia participe la izquierda abertzale tradicional", a través de EH Bildu.

Asimismo, ha incidido en que la conferencia de Aiete fue "la culminación de un camino recorrido, de muchas conversaciones a diversas bandas", y ha subrayado que "es de todos, no de la izquierda abertzale".

RECORTES

En lo que respecta a la situación económica, Urkullu ha destacado que ha sido el propio candidato a lehendakari del PSE, Patxi López, quien ha dado a conocer que el "agujero" en las cuentas vascas de este año asciende a "la cifra de 1.044 millones", lo que ha llevado a Urkullu a remarcar que éste ha sido el motivo por el que el Ejecutivo de Lakua ha retrasado "la celebración del Consejo vasco de Finanzas hasta después de las elecciones".

En esta línea, ha situado la "línea roja" de los recortes en las políticas públicas sociales: "servicios sociales, sanidad, educación y pensiones". Por ello, ha insistido en la necesidad de llevar a cabo una "auditoría externa independiente", además de "racionalizar el gasto y adelgazar la estructura de la administración, evitando duplicidades del propio Gobierno vasco". Además, ha remarcado que adelgazar la administración "no significa tocar funcionarios ni puestos de empleo".

Tras insistir en que "no duda de la profesionalidad de los funcionarios del Gobierno vasco", ha advertido de que "el problema es cómo se presentan, ordenan y maquillan las cuentas".

"Mi propósito es llegar a un acuerdo con partidos e instituciones para saber entre todos qué es lo intocable de las políticas públicas, fundamentalmente sociales, algo que planteamos en el acuerdo de estabilidad institucional. Muestro mi voluntad a que, en el conjunto de la administración vasca, los diversos partidos nos pongamos de acuerdo en qué es lo intocable", ha expresado.

LA URGENCIA, LA CRISIS

Para Urkullu, "la urgencia" lo representa la crisis económica y ha defendido que "más autogobierno es igual a más bienestar". Asimismo, ha reconocido que en caso de ganar las próximas elecciones tiene su equipo de gobierno "en mente y en algún cuaderno, pero sólo lo sé yo, nadie más".

Por último, y cuestionado por las diferencias con EH Bildu en materia nacional, ha incidido en que "nos separa el ritmo y los métodos".

"Hay una realidad que nos afecta a la sociedad vasca que viene marcada por el fenómeno terrorista, que condiciona aun la vida política y afecta a la propia izquierda abertzale a la hora de hacer una revisión crítica del pasado y de una configuración jurídico administrativa en lo que, para los nacionalistas, es el pueblo vasco", ha añadido.