El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado que el presidente del Gobierno del PP, Mariano Rajoy, le tiene "en ascuas" porque no responde a sus propuestas para abordar una política de reinserción de los presos. Además, ha considerado que el desarme por parte de ETA y la flexibilización de la política penitenciaria por el Gobierno popular "no es un precio a pagar", sino un camino "a recorrer" por la paz definitiva.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Urkullu ha afirmado que su relación con Rajoy "es normal", aunque no diría que "fluida" porque ya lleva "un tiempo a la espera de respuestas".
"He hecho aportaciones al presidente del Gobierno español desde la primera reunión formal que mantuve con él el 30 de enero, y han pasado meses. Posteriormente, he tenido comunicación fluida, he hecho aportaciones por escrito, verbales, pero estoy a la espera de respuestas", ha añadido.
En este sentido, ha admitido que ya le tiene "en ascuas" porque pasa el tiempo y no encuentra "respuestas" a sus planteamientos. "Sigo teniendo la esperanza de tener respuestas", ha dicho.
Además de los temas sectoriales, de economía, de la UE o de posibles pactos de Estado a alcanzar en el modelo institucional, ha añadido que sus propuestas han sido sobre paz y convivencia, como "la necesidad de una política penitenciaria en orden a la reinserción y a la resocialización", y a la necesidad "de apoyo de las instituciones europeas para una convivencia normalizada en la sociedad vasca". "Sobre todo esto, le he hecho propuestas detalladas, desarrolladas en fase y sigo estando a la espera de respuesta", ha indicado.
VÉRTIGO
El lehendakari cree que hay "vértigo" a la hora de tomar decisiones tanto por parte de ETA como por parte del Gobierno del PP. En este sentido, ha destacado el trabajo que su Ejecutivo y el PNV están haciendo, con el fin de que "coadyuve en decisiones que otros tengan que adoptar".
En el caso de ETA, ha precisado que debe haber un anuncio de desarme, y en el caso del Ejecutivo español, "una flexibilización o de una orientación nueva en la política penitenciaria, más flexible, cumpliendo la legalidad y teniendo en cuentan también el reconocimiento del daño causado que ha de ser pronunciado también por quienes tienen que hacer ese reconocimiento, lo que es la memoria de las víctimas.
"Ése es el trabajo en el que está este gobierno, en iniciativa propia, y que otros que tengan otras responsabilidades, adopten las que les correspondan", ha añadido.
A su juicio, "desde hace 18 meses, se está en un tiempo en el que no hay caminos paralelos" porque ya "no hay contraprestaciones, no hay un precio que pagar, sino que hay dos líneas convergentes". "Tiene que haber un objetivo único para todos, que tiene que ser el de consolidar este tiempo de paz y sentar las bases para lograr una convivencia consolidada. Ése tiene que ser el objetivo de todos", ha añadido, para señalar que hay que respetar "absolutamente todos los derechos humanos, empezando por el primero, el derecho a la vida".
En esta línea, ha indicado que "el Gobierno vasco ha asumido la responsabilidad en orden a la paz y la convivencia y ha presentado un Plan de Paz y Convicencia abierto a las aportaciones". "Se ha hecho un gran trabajo y espero que ayude para que otros adopten sus decisiones, que no son un precio a pagar, no son cesiones, sino caminos convergentes que hay que recorrer para llegar a ese punto de paz definitiva, justa y duradera y de un ámbito de normalización en la convivencia", ha insistido.