El vino español ha empezado a desaparecer de las estanterías de este prestigioso restaurante y vinoteca de Londres, un lugar de referencia para los amantes de los buenos caldos. John Brinkley, el restaurador, señala que "estoy muy molesto con la actuación de España en Gibraltar y creo que había que hacer algo para cambiar la opinión del Gobierno español por eso he decidido dejar de vender el Riscal que es el vino español más popular aquí, el más vendido". El boicot a las bodegas españolas ha partido de este restaurador londinense que justifica su gesto con este argumento. "He oído que en España hay corrupción política y mucho paro juvenil y creo que el gobierno español está utilizando Gibraltar para distraer la atención sobre los verdaderos problemas del país". John Brenkley espera que otros empresarios ingleses sigan su ejemplo y prefiere asumir las pérdidas que le supondrá su decisión. El año pasado facturó 28.0000 euros con la venta de la marca objeto del boicot.