Zapatero asegura que la unidad europea es garantía para salir de la crisis

EFE 01/03/2009 07:30

"Vamos a pasar un tiempo de dificultades, pero la Unión Europea nos va a ayudar extraordinariamente a que este tiempo sea lo menos duro posible y a que salgamos antes de la crisis", manifestó Zapatero en la rueda de prensa con la que concluyó la reunión informal de jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Bruselas.

El presidente del Ejecutivo mostró su satisfacción por la cumbre, convocada para analizar los planes de cada país y el modo de reactivar el crédito, y volvió a destacar la fortaleza del sistema financiero español, "un gran activo en el horizonte de la recuperación económica".

En la reunión pidió a la Comisión Europea (CE) y al Banco Central Europeo (BCE) que asuman "el mayor liderazgo posible" para desplegar "con creatividad" iniciativas que favorezcan la fluidez del crédito y de la liquidez.

Tras asegurar que no tiene ningún plan para intervenir entidades financieras españolas, destacó el compromiso comunitario de "no dejar caer a ninguna" entidad bancaria.

A su juicio, aunque haber "sujetado" el sistema no es suficiente, era imprescindible para trasladar confianza a los ciudadanos sobre el futuro de sus depósitos y para que el crédito vuelva progresivamente a la normalidad.

Otros elementos de confianza para los ciudadanos, según Zapatero, deben ser el plan de estímulo de la economía, cuyos primeros efectos comenzarán a verse en marzo y abril; y la evolución de los precios de las materias primas y del Euribor.

En su opinión, el principal logro de la reunión de hoy es la constatación de que en la UE existe "un gobierno común" frente a la crisis, algo excepcional en la historia y necesario porque se vive "una recesión no conocida, al menos, desde la II Guerra Mundial".

Esa unidad servirá también, a su juicio, para ir a la próxima reunión del G-20 con una propuesta común para reformar el sistema financiero; para establecer normas consensuadas para los activos dañados; y para apoyar a los países del Este de Europa en dificultades.

"El gobierno común de los países y de las instituciones de la UE ante la crisis se ha comprometido a trabajar sin descanso, a coordinarse lo más intensamente posible", manifestó solemnemente.

La CE presentará la próxima semana un informe sobre los planes puestos en marcha por cada gobierno para la reactivación económica y Zapatero confió en que su análisis sirva para conocer la utilidad de todas las medidas.

En este contexto, se mostró convencido de que el plan español de ayuda al automóvil cuenta con el beneplácito de la Comisión, que lo está analizando para estudiar su compatibilidad con la normativa comunitaria.

Tras recordar que el sector del automóvil emplea en Europa a dos millones de personas de forma directa y a diez millones indirectamente, respaldó la decisión de intensificar la coordinación de estos programas de reactivación industrial.

Se sumó también al rechazo generalizado a las tentaciones proteccionistas y, como ya hizo el domingo pasado en la cumbre de Berlín, alertó de que las ayudas públicas que sólo buscan proteger el mercado nacional son "un espejismo económico que lastra la competitividad y pueden ser, en definitiva, pan para hoy y hambre para mañana".

"Los ciudadanos españoles deben saber que el Gobierno de España está plenamente convencido de que la coordinación y el alcance europeo de la respuesta es imprescindible para la recuperación económica cuanto antes", insistió.

Rechazó también así las quejas de algunos países ante la proliferación de reuniones contra la crisis y subrayó la importancia de las próximas citas para encarar la mayor preocupación de los españoles: la destrucción del empleo.

Será uno de los ejes del Consejo Europeo del 19 y 20 de marzo y Praga acogerá una cumbre monográfica en mayo, en la que la Comisión expondrá nuevas iniciativas en favor del empleo y en la que Zapatero se comprometió a presentar nuevas propuestas.