Los primeros en abandonar las residencias infantiles serán los niños comprendidos entre los cero y los tres años. La comunidad de Madrid es la primera en ponerse a hacer los deberes. Cuentan con distintos planes de acogimiento y de los 4.600 niños que tienen tutelados el 62% vive ya con familias.
María José y Baldomero son "una familia de urgencia". Como ellos hay otras cuatro parejas en Madrid y pronto se les sumarán muchas más. Su misión es responsabilizarse de los cuidados de un niño, generalmente un bebé, para evitar que sea internado en una residencia. "Es muy gratificante tener un bebé a tu cargo. Te aporta mucha ternura y te sientes realmente bien cuando ves que los niños reciben tu amor y tu cariño", comenta ilusionada María José mientras acurruca contra su pecho a la pequeña de dos meses que han criado desde que nació. "La recogimos del hospital" comenta un orgulloso padre de acogida "y desde entonces se ha portado muy bien. Es una gozada tener a un bebé siempre en casa. Este es el quinto y te reporta una satisfacción muy especial". El matrimonio tiene dos niños y cuando se enteraron de la existencia del programa no se lo pensaron. "Queremos hacerlo dijimos y nuestros hijos están encantados con los bebés. Cuando se va uno, están deseando que venga el siguiente y nosotros también."
El acogimiento de urgencia es una experiencia pionera en España. "Los bebés tienen todo el amor que necesitan, tan importante en los primeros meses de vida, mientras se resuelve su situación. Y en el caso del resto de niños, también. El mejor lugar en el que puede estar un pequeño es una familia y ese es el principal objetivo, que tengan la estabilidad que da un hogar y una vida de lo más normal, como la de cualquier niño", asegura la directora del Instituto madrileño del menor y la familia, Paloma Martín.
Lucía es una niña de 11 años. Su familia no se puede hacer cargo de ella por distintos motivos, aunque les ve y mantiene contacto semanal con ellos, pero desde los 3 años tiene padres y una hermana de acogida. Tiene muy clara su situación y está encantada.. "Tengo a mi familia, tengo a mis amigos, lo tengo todo..." Ella es un claro ejemplo de que el sistema funciona. Lo que hace falta es más familias generosas que den el paso y quieran acoger. 30.000 niños están buscando un hogar.
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