En lo que ahora son sólo cascotes, antes había una tienda de alimentación. Los haitianos aprovechan cualquier oportunidad para rapiñar entre los escombros cualquier cosa que les pueda servir para alimentarse. No tienen miedo a perder su vida por una lata de comida.
"Estamos tratando de encontrar algo para comer. Estamos pasando hambre. Nuestra casa se derrumbó, nuestro familiares murieron y los que sobrevivimos al terremoto estamos pasando hambre", declara ante las cámaras de Informativos Telecinco un haitiano.
Cuando alguien encuentra algo provoca la discusión entre los que creen que lo han visto antes. Incluso llegan a intentar robar a sus compatriotas.
Hasta los niños se arriesgan rascando con sus manos en busca de algo que llevarse a la boca...Pero no hace falta esperar la réplica de un terremoto para que los edificios terminen cayéndose.
El tránsito de los vehículos provocan vibraciones que pueden terminar de desmoronar algunos de los bloques que todavía se mantienen en pie.