La mayoría de personas gritaría de dolor y de agonía si tuviesen un cuchillo de grandes dimensiones clavado en la espalda, una puñalada de la que sería difícil reponerse. Sin embargo, en el hospital de Barranquilla, en Colombia, ha aparecido un hombre sin apenas inmutarse, sentado, con el gesto tranquilo, mientras los médicos examinaban el arma hincado en su espalda.
El hombre llevó vestido, con el cuchillo atravesando la camiseta que ni siquiera se quitó. Relajado, se sentó en una de las camillas del hospital y sin quitarse la gorra dejó que los servicios médicos le atendieran. Según cuenta Daily Mail, lo primero que hizo la enfermera fue cortar con unas tijeras la ropa para poder trabajar mejor, mientras, el resto de personas que se encontraban en la sala grababan sorprendidos al joven colombiano.
No se saben los motivos por los cuales el chico acabó con el cuchillo hincado en su cuerpo, ni cuál es su salud en estos momentos. Barranquilla, en el norte de Colombia, es la ciudad más popular para viajes de negocios y turismo, según el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Sin embargo, el país en su conjunto sabe que tiene un problema con el crimen violento, alimentado por un imparable comercio de las drogas.
Barranquillas ha sido el lugar preferido para algunas organizaciones de tráfico de drogas más violentas, sofisticadas y potentes del mundo desde la década de los 70. A pesar del intenso trabajo del Gobierno cafetero, el lugar ha sido clasificado como el mayor productor mundial de cocaína.