Houellebecq, 'secuestrado' en la gran pantalla

EUROPA PRESS 21/08/2014 14:56

Con motivo de la presentación de la película, que se estrenará el próximo 29 de agosto, el autor ha regresado a España, país en el que ya vivió durante varios años (en concreto, en Almería) y del que conserva un buen recuerdo. A su entender, según ha explicado en una entrevista con Europa Press, los españoles han conseguido atravesar este periodo de mejor manera que otros países europeos.

"En España hay predisposición, los españoles son buena gente y llevan la crisis mejor y con más soltura que países como Italia. Quizás sea por el tema de la solidaridad familiar, que funciona mejor aquí", ha señalado Houellebecq, quien reconoce que en cuanto a autores españoles últimamente ha leído a Antonio Muñoz Molina y Javier Cercas.

En el año 2011, el escritor desapareció durante varios días y la prensa francesa anunció que había sido secuestrado, apuntando a Al Qaeda como supuestos responsables. Nicloux aprovecha este 'vacío' en la biografía del autor para imaginar un supuesto secuestro en el que los carceleros de Houellebecq terminarán desquiciados por sus caprichos y rarezas.

"Trabajé con Michel en una película anterior ('L'affaire Gordji') y con esa experiencia me pareció interesante imaginar otra película con él, utilizando la coartada de la ficción: era emocionante enfrentar a Houellebecq con un universo tan alejado del suyo y ver lo que iba a dar", apunta el director respecto al origen de la película.

La premisa de este falso documental parte de un guión que será modificado en muchas ocasiones por los propios actores. De esta manera, se suceden conversaciones imposibles entre un secuestrado y sus secuestradores, como por ejemplo el valor literario de la obra de Tolkien o los procesos de escritura, además de poder observar al autor de 'Las partículas elementales' participar en una improvisada clase de 'kick boxing'.

"Había un guión pero no era tan importante como en los guiones tradicionales, era una visión minimalista de los acontecimientos principales. Quería que cada uno pudiese hablar de los temas en sus propias palabras y no precisar en las intenciones verdaderas para que hubiera el mayor grado de espontaneidad posible".

"LA GENTE NO CAMBIA DE OPINIÓN"

En esta misma línea se expresa Houellebecq, quien reconoce que no preparó nada de su papel y se limitó a dejar que la cámara le siguiera mientras le decían "lo que había que hacer". El resultado muestra a un Houellebecq mucho más cercano de lo que se podía imaginar, aunque con sus filias y fobias que le han llevado a granjearse ciertos 'enemigos' en el terreno literario.

"No me importaba que pudiera parecer una caricatura de mí mismo porque ya lo he hecho muchas veces, aunque el resultado a mi no me lo haya parecido para nada. Respecto a mis críticos, no espero que cambien, porque la gente no cambia nunca de opinión", afirma.

ACTORES AMATEUR

En esta película, Houellebecq está acompañado por un reparto amateur, de personas que no se habían puesto antes delante de las cámaras. Este 'modus operandi' es habitual en los trabajos de Nicloux, quien defiende el valor de las personas sobre los personajes.

"No creo que porque se grabe a una persona sea actor, hablo muy poco de los personajes incluso en la ficción y esa exploración no me interesa". El director únicamente apostó por la complicidad entre el reparto y Houellebecq. "Era necesario que se produjera, lo teníamos escrito en papel pero nunca se sabe si se va a producir", concluye.