"El secretario general reitera su petición urgente de que de declare un cese inmediato del uso indiscriminado de fuerza militar contra la población civil y se asegure un acceso completo de ayuda humanitaria", informó hoy el portavoz de la ONU, Martin Nesirky.
El máximo responsable de la ONU pidió "una vez más" al Gobierno de Libia "que cumpla con la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad, que pide el establecimiento inmediato de un alto el fuego y el cese completo de la violencia armada contra los civiles".
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó el pasado 17 de marzo esa resolución que, además de instar a Gadafi a establecer un alto el fuego, autorizó la intervención militar en el país para proteger a la población civil libia.
Ban se mostró hoy "profundamente preocupado por el deterioro de la situación humanitaria que viven los civiles en la ciudades libias bajo ataques militares, como Misrata, Brega y Zintan", según el mismo comunicado.
Para el secretario general, "la situación en Misrata es especialmente grave, con informaciones que relatan el uso de armas pesadas para atacar una ciudad en la que la población se encuentra atrapada y, como consecuencia de los fuertes bombardeos que duran ya varias semanas, incapaces de recibir provisiones básicas, como agua potable, comida y medicinas".
Además, las fuerzas leales a Gadafi lanzaron hoy un ataque sorpresa contra la ciudad de Ajdabiya, situada a 160 kilómetros al oeste de Bengasi, el bastión de los rebeldes, según anunció la cadena de televisión catarí, Al Yazira.
Los rebeldes habían conseguido en la tercera semana del pasado marzo retomar el control de Ajdabiya tras una ofensiva que debería haberles conducido a las puertas de Syrte, la ciudad natal de Gadafi.
El avance de las tropas enfrentadas a Gadafi les había permitido controlar Brega y Ras Lanouf antes de retirarse de nuevo y perder terreno por un ataque de los gadafistas.