En base a un acuerdo firmado en 2007, las dos sociedades no pueden operar en el mismo territorio, por lo que Visa Europe está activa en el espacio europeo y países vecinos, mientras que la norteamericana ocupa el resto del mercado mundial.
Bruselas ha tenido en cuenta este acuerdo y ha concluido que, al no haber riesgo de solapamientos, la operación no plantea problemas de competencia.
El expediente, que fue notificado al Ejecutivo comunitario el pasado 10 de mayo, ha sido examinado bajo el procedimiento simplificado que se aplica a los casos menos problemáticos.