Chernóbil registra alta radioactividad en los alimentos 25 años después de la tragedia

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 08/04/2011 15:20

Así, Greenpeace ha realizado estos estudios en alimentos tras la decisión del Gobierno ucraniano de finalizar dichos análisis, algo que para la ONG es una decisión "equivocada".

Los datos que arroja la organización es que en un pueblo de la región de Rivnenska se ha recogido cesio 137 (isótopo radiactivo) en el 93 % de las muestras de leche recogidas. El cesio 137 tiene una vida media de 30,1 años y en las leche analizada aparece en un nivel entre 1,2 y 16,3 veces superior a los niveles estimados aceptables en Ucrania.

La científica de Greenpeace, Iryna Labunska, ha explicado que en sus análisis se han encontrado "altos niveles de radiactividad causados por el desastre de Chernóbil en las muestras de comida" y que los niveles "más peligrosos" se detectaron en alimentos como leche, bayas y setas, y que en "muchos casos los niveles de cesio radiactivo excedieron los niveles tolerados en Ucrania".

Por este motivo, a su juicio "existe la necesidad urgente" de seguir analizando "con rigor y de manera científica" la contaminación por isótopos radiactivos de las tierras de cultivo y de pasto en las áreas afectadas de Ucrania.

Además, recuerda que la radiactividad emitida como resultado de las explosiones de la central nuclear de Chernóbil tuvieron graves consecuencias que afectaron a muchos países. Solo en Ucrania, 18.000 kilómetros cuadrados de tierra de cultivo quedaron contaminados. Al igual que el 40 por ciento de los bosques del país, que corresponde a un área de 35.000 kilómetros cuadrados. En total, según Naciones Unidas, 160.000 kilómetros cuadrados de Ucrania, Bielorrusia y Rusia quedaron contaminados con niveles de más de 1 Curio/Km2 de cesio-137, una cantidad que hace inhabitable esas zonas. Esa extensión de terreno equivale a casi una tercera parte de la superficie de España.

Evitar desastres similares

Al mismo tiempo, Tumer ha advertido que en Fukushima (Japón), donde se produjo un accidente nuclear a raíz del tsunami que siguió al terremoto de 9 grados de magnitud en la Escala Richter el 11 de marzo, ya están viendo una "situación similar con la aparición de contaminación en leche y hortalizas".

"Si queremos que accidentes como el de Chernóbil y Fukushima no se produzcan en el futuro, los gobiernos tienen que abandonar la energía nuclear e invertir en eficiencia energética y fuentes de energía renovables que son limpias y seguras", ha concluido. RSO