"La globalización económica es cada vez más veloz. Sin embargo, la recuperación está siendo lenta, con múltiples desequilibrios, y retos como el cambio climático y los conflictos regionales que hacen que la situación socio-económica mundial sea más compleja", señaló el viceministro de Asuntos Exteriores Liu Zhenmin al anunciar la asistencia del primer ministro Wen Jiabao a la reunión.
En este contexto, "los países en desarrollo esperan una mayor atención y un papel más importante en el seno de la ONU", agregó el funcionario sobre la reunión de Nueva York, en la que el organismo intentará afianzar su credibilidad y utilidad.
Wen asistirá a más de 20 reuniones durante el encuentro, agregó.
China seguirá defendiendo su postura de "país en desarrollo", consciente de los desequilibrios que entraña su compleja economía, por lo que los analistas esperan que vuelva a blindarse a las peticiones de EEUU de revaluar su moneda, el yuan, una exigencia recurrente en vísperas de elecciones en Washington.
China y EEUU han vivido momentos de tensión en los últimos meses debido a esta exigencia, destinada a frenar la entrada de exportaciones baratas chinas, pero también por los ejercicios navales conjuntos entre Washington y Seúl en una zona reclamada por Pekín.
Wen se reunirá con el presidente de EEUU, Barack Obama, el jueves para limar estos y otros problemas, después de que China se haya convertido en el mercado extranjero de mayor crecimiento para el país norteamericano, según informó esta semana el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner.
A pesar de las exigencias del secretario para que Pekín revalúe su moneda, éste reconoció que las exportaciones estadounidenses al país asiático aumentaron un 36 por ciento en lo que va de año, mientras que hoy el banco central mostró la buena disposición de Pekín con la apreciación más alta del yuan desde 1993.
La moneda china, o "renminbi", avanzó esta mañana un 0,13 por ciento hasta situarse en las 6,7149 unidades por dólar.
No obstante, el banco central chino dejó claro el viernes que "la situación doméstica e internacional es todavía complicada y afronta riesgos potenciales", por lo que persistirá en su "política fiscal proactiva y una política monetaria moderadamente flexible".
De la misma manera, se espera que Wen justifique el más que posible fracaso de China en reducir su consumo energético y sus emisiones con el escudo de su plan anticrisis, que se centró en activar las contaminantes industrias pesadas y las infraestructuras.
China defenderá su papel de impulsora del desarrollo de los países más desfavorecidos en plena crisis, con una inversión exterior que aumentó un 1,1 por ciento en 2009, cuando la media global se hundía un 43 por ciento, según datos del Banco Mundial.
"Casi un 88 por ciento de la inversión exterior china el año pasado, o 49.500 millones de dólares, se destinaron a países en desarrollo, y esperamos superar los 70.000 millones de dólares en 2014", aseguró el viceministro de Comercio Yi Xiaozhun en una conferencia preparatoria del viaje de Wen.
El "premier" chino acudirá también a la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (OMD), que China "ayudará a impulsar para lograr su consecución y estrechar la cooperación sur-sur en la lucha contra el sida", aseguró el ministro de Sanidad Chen Zhu.
De hecho, según el Banco Mundial, China ha cumplido ya con sus OMD en materia de pobreza al sacar a más de 400 millones de habitantes de esta situación en las últimas tres décadas, por lo que la entidad espera de la segunda economía que comparta su experiencia con los países pobres a través de sus programas de cooperación.
En cuanto al resto de encuentros bilaterales, Pekín sólo ha confirmado que Wen se reunirá con "unos pocos jefes de Estado" debido a la brevedad de su visita, aunque ya está claro que la reunión con su homólogo japonés, Naoto Kan, no se producirá debido a la cancelación de intercambios de alto nivel entre los dos países por la detención de un marinero chino este mes.