Destrozada tras una brutal paliza en comisaría

INFORMATIVOS TELECINCO 05/09/2010 15:18

Según relatan estas fuentes, Pamela habría sido encontrada dormida en su coche y sometida a una prueba de alcoholemia en la que habría dado positivo. Todo normal, hasta que un policía del servicio de custodia de la comisaría de Wiltshire, en Reino Unido, el sargento Andrews, decidió arrastrarla brutalmente hasta una habitación, donde la lanzó con contundencia contra el suelo.

En la grabación de las dos cámaras fijas -una, del pasillo de la comisaría; la otra, de la habitación en la que queda encerrada- se pueden ver estas agresiones, aunque existe un momento de transición en el que la señora podría haber recibido más golpes. El resultado es el aturdimiento de la detenida, de la que cae un chorro de sangre a partir de un profundo corte en la cara. En el hospital, al que llegó por la reacción oportuna de los otros agentes, tuvieron que intervenirla con varios puntos de sutura.

Sucedido en 2008, el caso ha visto un capítulo nuevo con la condena por asalto con agresión violenta del sargento Andrews, que ya ha sido suspendido de sueldo y que probablemente se quede sin su puesto de trabajo. "Estaba aterrorizada en aquellos momentos, pensé que podría morir", declara una ahora más serena Pamela Somerville, a la que se le había hurtado todo derecho a la presunción de inocencia y al respeto que merece todo ser humano por el hecho de serlo.

Abierto queda de nuevo el debate sobre la arbitrariedad policial: ¿son estos casos excepcionales o más bien una práctica que se debería seguir con lupa? Vendrán más capítulos.