En la madrugada del lunes al martes, fueron detenidas 197 personas, algunas de ellas por no respetar el toque de queda y otras por "desordenes en las calles y tráfico de drogas", se indica en un comunicado.
Otras 56 personas fueron arrestadas por posesión de armas blancas y 164 por pesar sobre ellas una orden de búsqueda, señaló Interior.
El Gobierno tunecino decretó el pasado sábado un nuevo toque de queda de 21.00 a 05.00 horas locales, con carácter "provisional", en la zona del Gran Túnez, que incluye los barrios de Ben Arous, Ariana, Manuba y el centro de la capital.
Esa decisión se adoptó debido a los "actos de violencia y pillaje contra bienes públicos y privados" que se sucedieron en la capital desde el pasado miércoles, según la televisión estatal.
Desde entonces, grupos de jóvenes manifestantes han intentado manifestarse repetidamente contra el Gobierno de transición por considerar que éste estaba desvirtuando el proceso democrático en el país.
Las tentativas de manifestación fueron disueltas con el empleo de gases lacrimógenos y porras por las fuerzas antidisturbios, lo que desembocó en disturbios, destrozo de mobiliario urbano e instalación de barricadas en las inmediaciones de la céntrica avenida Habib Burguiba de la capital.
Durante el fin de semana se sucedieron además actos de violencia de madrugada en algunos barrios pobres de la capital y en ciertas localidades del sur del país.
Los disturbios se iniciaron después de que el ministro de interior, Farhat Rajhi, -posteriormente destituido- expresase la posibilidad de que se produjese un golpe de Estado militar en el caso de que los islamistas moderados del movimiento Enahda ganasen las elecciones legislativas constituyentes previstas el próximo 24 de julio.