El Ejército de Sri Lanka utilizó bombas de racimo durante la guerra contra los tigres tamiles

EUROPA PRESS 20/06/2016 19:56

Las imágenes publicadas por el diario británico muestran varias bombas de racimo de gran tamaño siendo desenterradas por trabajadores de Halo Trust. Según declaran las fuentes citadas por 'The Guardian', la mayor parte de las bombas fueron encontradas en zonas donde tuvieron lugar intensos combates entre el Gobierno y la guerrilla durante 2008 y 2009, año en el que finalizó el conflicto.

A pesar de que las imágenes muestran localizaciones donde tuvieron lugar los combates, antiguos desminadores han declarado a 'The Guardian' que han llegado a identificar numerosas bombas de racimo localizadas en áreas que fueron declaradas "zonas seguras" durante el conflicto, que se establecieron para supuestamente garantizar la seguridad de unos 300.000 civiles residentes en la región norte del país, foco de los combates.

Halo Trust ha reconocido que durante 2011 y 2012, encontró unas 42 bombas de racimo en la región de Pachchilapalli, cerca del distrito de Kilinocchi, último bastión de LTTE al final de la guerra.

Naciones Unidas publicó varios informes basados en testimonios de civiles que denunciaban crímenes de guerra perpetrados por las fuerzas ceilandesas. Durante la última etapa del conflicto, el Ejército de Sri Lanka acabó cercando a las fuerzas rebeldes en el norte del país, lo que dejó atrapados a miles de civiles.

A pesar de las múltiples denuncias hechas por organizaciones internacionales, el supuesto uso de bombas de racimo por parte del Gobierno ceilandés durante el conflicto no había sido demostrado. Sin embargo, un correo electrónico del año 2012 de un experto en armas de Naciones Unidas ha revelado que la ONU llegó a identificar bombas de racimo cerca de un hospital que fue atacado.

La guerra civil de Sri Lanka, que tuvo lugar desde 1983 hasta el año 2009, se produjo debido a los continuos enfrentamientos entre el Gobierno y el LTTE, que reclamaba la independencia del norte del país, habitada en su mayoría por personas de la etnia tamil. Se estima que durante los 26 años que duró la guerra, más de 100.000 personas perdieron la vida, muchos de ellos civiles.

Las bombas de racimo se caracterizan porque al explotar expulsan una serie de bombas más pequeñas que se esparcen un área de gran tamaño. Debido a su carácter indiscriminado, su uso en zonas pobladas es especialmente peligroso.