La ayuda busca contribuir a paliar la "gravísima situación de catástrofe" humana que vive Birmania, ha explicado López Garrido. El secretario de Estado para la UE precisó que de la nueva ayuda anunciada, 300.000 euros se destinarán con carácter "inmediato" a afrontar las necesidades de agua potable y se canalizarán a través de la Cruz Roja, mientras que el millón de euros restante se aportarán a través de las Naciones Unidas.
López Garrido explicó además que en la reunión de este martes con sus socios comunitarios, España pedirá que "la prioridad humanitaria sea lo primero. España abogará también porque haya una "presión constante" de la comunidad internacional para hacer que la Junta Militar de Birmania "flexibilice su posición y permita que llegue con mucha más facilidad la ayuda".
El secretario de Estado ha asegurado que las trabas que actualmente pone el Gobierno birmano a la distribución de la ayuda podrían ser consideradas como un crimen contra la humanidad. Esta actitud podría llevar a las Naciones Unidas a poner en marcha un programa de acción "conforme a la legalidad internacional".ZA