La prensa británica ya le ha bautizado como el 'Fritzl britanico' por su similitudes con el 'Monstruo de Amstetten', el hombre austriaco que abusó y secuestró a su hija durante 24 años.
El detenido, cuya identidad no ha sido revelada, abusó durante más de 35 años de sus dos hijas a las que llegó a dejar embarazadas hasta en 18 ocasiones. Tras varios abortos, las hijas dieron a luz a siete criaturas.
Según informan los medios británicos, el hombre cambiaba frecuentemente de domicilio para mantener aisladas a las hijas y evitar sospechas. Además, se informa de que las víctimas si no accedían a los abusos de su padre eran sometidas a castigos violentos. Según se ha conocido, el hombre "obtenía placer" al saber el daño que les hacía a sus hijas.
"Toda la familia estaba asustada. Cuando oían que su coche se acercaba a la casa, todos corrían a sus respectivos dormitorios", tal y como ha explicado uno de los abogados defensores.
Los servicios sociales británicos se han apresurado a pedir perdón por no haber actuado antes. El arrestado habría llegado a visitar hasta 28 oficinas públicas donde ninguno de los 100 funcionarios que le atendieron, dio la voz de alarma de la trágica situación familiar. EPF