"Hubo amargas discusiones sobre el acuerdo con Turquía, pero es un modelo de cómo se equilibran intereses distintos, el interés de que no muera más gente en nuestras fronteras y el interés de que nuestras fronteras estén protegidas", ha dicho Merkel durante un acto en Luxemburgo para celebrar el 40 aniversario del Partido Popular Europeo.
La canciller ha respondido así a las críticas recibidas por los Estados miembros por pactar con Ankara la deportación de todos los inmigrantes irregulares, incluidos refugiados, que lleguen a Grecia desde Turquía, a cambio de agilizar las negociaciones con el Gobierno turco para liberalizar la política de visados y avanzar en las negociaciones de adhesión.
Merkel ha repasado los países que forman la vecindad de la Unión Europea, entre los que ha enumerado a Rusia, Ucrania, Turquía, Siria, Líbano y Egipto, para pedir a los Estados miembros que se tengan en cuenta este contexto a la hora de definir las políticas de migración y seguridad.
"Tenemos una guerra civil cerca de nuestros países, en Siria, al lado de Chipre. Hemos de preguntarnos cómo actuar", ha insistido.