El ataque del animal fue tan rápido que nadie de los que se encontraba en la playa puede contar exactamente cómo ocurrió. "Nadie vio una aleta, un tiburón u otro animal", aseguró el sargento Craig Anderson.
Un surfista dio la voz de alarma y avisó a los servicios de emergencias, porque vio una tabla que flotaba rota y sin ocupante .
El cuerpo del surfista fue rescatado del agua, inconsciente.
Algunas personas trataron de reanimarlo, pero fue imposible, por las graves heridas que tenía.
La víctima, que vivía en Busselton, era minero, estaba casado y tenía dos hijos, de siete y dos años respectivamente.
Este era su último día de vacaciones antes de regresar al trabajo. La playa ha sido cerrada en un perímetro de 15 kilometros y así permanecerá durante las próximas 24 horas.
Un barco del Departamento de Pesca está patrullando la zona, pero no ha sido avistado el tiburón, aunque por los mordiscos en el cuerpo del fallecido creen que se trate de un escualo de gran tamaño.