La ONU reconoce que le falló a las víctimas de las violaciones en el Congo

AGENCIA EFE 08/09/2010 02:40

"Aunque la responsabilidad principal de proteger a los civiles corresponde claramente al Estado, nosotros también hemos fallado. Nuestras acciones no fueron las adecuadas, lo que tuvo como resultado una agresión brutal de las poblaciones de la zona", admitió el secretario general adjunto de la ONU para Operaciones de Paz de la ONU, Atul Khare.

En una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Khare hizo estas declaraciones después de exponer el resultado de la investigación preliminar que realizó por encargo del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Ban envió a Khare a la RDC después de que a finales de agosto se conocieron las primeras informaciones sobre los ataques.

Según su relato, la ofensiva contra decenas de aldeas en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur fueron más graves de lo que se creía y el número de víctimas de violaciones podría superar las 500.

El ataque más violento se produjo entre el 30 de julio y el 2 de agosto en 13 aldeas situadas entre las localidades de Bunyampuri, Kibua y Mpofi, en las que al menos 242 personas, entre ellas 28 menores, fueron violadas "de manera sistemática" por guerrilleros congoleños mai-mai y de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).

Según la ONU, los rebeldes engañaron a la población haciéndoles creer que se disponían a integrarse en las fuerzas armadas congoleñas como parte del proceso de reconciliación nacional.

Khare señaló que la base en la zona de la misión de estabilización de la ONU (MONUSCO) había sido informada de la presencia de grupos armados, pero desconocía el alcance de sus acciones.

Las agencias humanitarias de la ONU presentes en la zona recibieron un correo electrónico el 30 de julio que les avisaba que la localidad de Mpofi había pasado a manos de las FLDR y que se había denunciado la violación de una mujer.

Khare aseguró que hasta el 5 de agosto los "cascos azules" no recibieron las primeras 45 denuncias de violaciones, pero para entonces los rebeldes "habían desaparecido en la selva".

Explicó que se trata de zonas remotas, con pocas vías de comunicación, en las que no hay cobertura de telefonía móvil y la orografía dificulta la comunicación por radio.

Debido a la gran extensión de la región, la densidad de la presencia de la MONUSCO es de tan sólo un soldado por kilómetro cuadrado.

El responsable de los cascos azules también informó al Consejo de Seguridad que en las últimas semanas han salido a la luz nuevos episodios de violaciones en masa en otras aldeas de Kivu Norte, así como en la vecina Kivu Sur.

Entre los casos más graves citó la violación de al menos 40 mujeres durante un ataque el 17 de agosto de las FDLR y guerrilleros mai-mai a la localidad de Mubi, en Kivu Norte.

Además, esos mismos grupos armados han sido responsabilizados de otros 200 casos de violencia sexual en ataques a varias poblaciones de Kivu Sur en los pasados julio y agosto.

La representante especial de la organización internacional para la violencia sexual en los conflictos, Margot Wallstrom, aseguró en la misma reunión que la detección de nuevos casos es "particularmente inquietante", ya que indica que se trata de un "patrón generalizado de violaciones y pillaje".

"La triste realidad es que las violaciones son ya tan comunes que no causan nuestra intervención urgente", indicó la diplomática sueca, quien también aseguró que Naciones Unidas debe "afrontar su responsabilidad" por no haber podido evitar los ataques más graves.

En respuesta a lo sucedido, los mandos de la MONUSCO han decidido estrechar las relaciones con la comunidad y crear nuevos mecanismos para recabar información, al tiempo que se estudian alternativas para mantenerse en contacto directo con las poblaciones más vulnerables, según Khare.

También pidió que se considere la imposición de sanciones a los líderes de las FDLR, si se prueba su implicación.

Asimismo, 750 efectivos de la MONUSCO iniciaron el pasado 1 de septiembre una operación para ampliar su presencia en la zona y ayudar a las fuerzas congoleñas a aprehender a los responsables de las violaciones.