La OTAN bombardea Trípoli mientras los gadafistas luchan por Misrata

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 14/04/2011 15:08

Misrata se ha convertido en símbolo de la resistencia al régimen de Muamar el Gadafi y, por ello, en el objetivo preferido de los embates del dictador.

Los rebeldes atrincherados en ese estratégico enclave han denunciado este jueves el propósito del régimen de llevar a cabo una "masacre". "Tendrá lugar una masacre si la OTAN no interviene con firmeza", ha advertido un portavoz de los sublevados.

El nuevo llamamiento de los rebeldes llega después de una nueva oleada de ataques de la artillería gadafista sobre Misrata. El balance del ataque perpetrado este jueves por las fuerzas leales al coronel Gadafi contra Misrata se eleva a 23 muertos, de los y un número todavía no determinado de heridos, según informa la cadena de televisión cataría Al Jazira.

La estrategia militar de Gadafi pasa por incrementar el castigo sobre Misrata para aplastar a sangre y fuego la revolución. La crisis humanitaria que afecta a sus moradores ha obligado al Consejo Nacional Transitorio (CNT) a reclamar la ayuda de Naciones Unidas para que declare Misrata como zona bajo protección internacional.

ONG y agencias humanitarias como la UNICEF han advertido en reiteradas ocasiones de que los combates en Misrata amenazan seriamente a la población, mermada por la escasez de agua y la ausencia de las mínimas condiciones de salubridad.

Más de 1.000 personas han muerto y varias miles más han resultado heridas en el mes y medio de acoso contra la tercera ciudad libia, según cifras ofrecidas por Suleiman Fortia, portavoz del CNT, que ha alertado de que la situación se deteriora día a día.

Proceso de diálogo

Los dirigentes de la ONU, Unión Europea, Liga Árabe, Unión Africana y la Organización para la Conferencia Islámica han subrayado la necesidad de alcanzar un alto el fuego en Libia y comenzar un proceso de diálogo.

"Estamos preocupados por la escalada de violencia y las víctimas civiles" en Libia, dijo el secretario general de La ONU, Ban Ki-moon. RSO