Obama citó como motivo de su iniciativa los numerosos desencuentros con la bancada republicana en el Congreso. Estas tensiones, no obstante, no han conseguido que disminuyan sus ambiciones de cara a los últimos meses de su mandato.
"Ni mis expectativas ni mis ambiciones se han reducido, pero está claro que ahora estamos ante un gobierno dividido. En particular, los republicanos de la Cámara (de Representantes) han tenido dificultad a la hora de defender una estrategia concreta, la mía mucho menos", señaló.
Obama reaccionó con sorna a los comentarios realizados por el senador republicano Ted Cruz, que le acusó de usar sus poderes para crear una "presidencia imperial", y recordó que todos los presidentes de Estados Unidos, en mayor o menor medida, han echado mano de esta disposición especial.
"Es una falta de seriedad", lamentó Obama sobre las declaraciones de Cruz. "Vamos a aseguraros de que actuamos dentro de los límites de la autoridad que nos ha sido conferida, pero desde luego no me voy a disculpar por ayudar a las familias de clase media, mientras que el otro bando no solo no está haciendo nada, sino que no me deja a mí hacer nada", concluyó.