El Papa admite que el escándalo de la pederastia "fue pésimamente gestionado"

INFORMATIVOSTELECINCO.COM/AGENCIAS 17/04/2008 04:08

Aunque la respuesta a los escándalos "no fue fácil", hay que decir que en algunos casos fue "pésimamente gestionada", ha afirmado el Papa en su discurso a los obispos estadounidenses en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington, durante su segundo día de visita a Estados Unidos.

La ocasión ha servido para expresar el "mea culpa" del presidente de la Conferencia Episcopal estadounidense, Francis George, que reconoció el "terrible pecado" .

La Iglesia estadounidense ocultó durante años casos de pederastia entre sus sacerdotes, trasladando a otras diócesis a los responsables, y en los últimos años ha tenido que pagar más de 2.000 millones de dólares en indemnizaciones a las víctimas. Las consecuencias de los escándalos sexuales son uno de los principales problemas que atraviesa la Iglesia estadounidense, que se encuentra empobrecida por las indemnizaciones millonarias y ha sufrido el alejamiento de parte de sus fieles.

El Papa instó a los miembros de la Iglesia "a reconocer y afrontar el problema de los abusos sexuales en el contexto eclesial", para ofrecer una orientación a los demás, "ya que esta plaga se encuentra también en cada sector de la sociedad".

Asimismo, reprobó la actitud de algunos católicos estadounidenses que "promueven un presunto derecho al aborto".

Una tarta para el Papa

Su jornada comenzó con una ceremonia de bienvenida en los jardines de la Casa Blanca, a la que asistieron 13.500 personas, la mayor multitud en los siete años y medio de mandato del presidente George W. Bush.

Una salva de 21 cañonazos, los respectivos himnos nacionales y un Padrenuestro interpretado por la soprano Kathleen Battle recibieron al Papa, que vio cómo el público le cantaba en dos ocasiones el "Cumpleaños Feliz".

En su discurso de bienvenida, Bush afirmó que "en un mundo donde algunos invocan el nombre de Dios para justificar actos de terrorismo y de muerte y de odio" se necesitaba el mensaje que lanzó el Papa alemán "Dios es amor".

El Obispo de Roma alabó la generosidad de EEUU en el exterior y comunicó su "esperanza de que esta preocupación por la gran familia humana seguirá manifestándose con el apoyo paciente de la diplomacia internacional orientados a solucionar conflictos y a promover el progreso".

Ya terminada la ceremonia, Bush y su esposa, Laura, sorprendieron a Su Santidad con un pastel de cumpleaños de varios pisos.

Inmediatamente después, el presidente y el Papa se dirigieron al Despacho Oval para una reunión de 45 minutos en la que denunciaron "la manipulación" de la religión para justificar el terrorismo. LA