Casi tres millones de personas están llamadas a votar en unos comicios, en los que el Partido Colorado no parte como favorito en las encuestas. Son las quintas elecciones generales libres desde el derrocamiento, en febrero de 1989, del dictador Alfredo Stroessner.
Los colegios electorales abrieron a las 07:00 hora local (11:00 GMT). En Paraguay, donde el sufragio es obligatorio, miles de emigrantes en Argentina han llegado al país, según los medios para apoyar a Fernando Lugo.
Precisamente, el primer candidato que ha acudido a votar ha sido el ex obispo Fernando Lugo, de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), partido integrado por una coalición opositora de centroderecha y de izquierda.
Lugo ha recibido el apoyo de los campesinos empobrecidos, de los intelectuales de izquierda y de las Madres de la Plaza de Mayo que viajaron desde Argentina para respaldarle en un día tan importante.
Por su parte, la candidata oficialista, Blanca Ovelar, ex profesora y representante de un partido que lleva mucho tiempo en el gobierno, quiere convertirse en la primera mujer que accede a la Presidencia del país y animó a los ciudadanos a que acudiesen a votar. "Hoy es un día especial porque gracias a la democracia somos todos iguales, quiero instar a todos los ciudadanos a concurrir a ejercer su derecho al voto".
Otro de los principales candidatos es Lino Oviedo, ex general acusado de magnicidio, ídolo de los que anhelan "que alguien ponga en orden el país". Se presenta con el partido Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (UNACE), creado por él al margen del Partido Colorado.
La expectación no sólo está centrada en el resultado de las elecciones sino en el desarrollo de las mismas. La manipulación está presente en la mente de los paraguayos; aunque, los tres candidatos han acordado aceptar los resultados. LMJ