"A fin de que estas conversaciones continúen de forma constructiva, (la UE) pide una extensión de la moratoria decidida por Israel", señala una declaración aprobada hoy por los jefes de Estado y Gobierno de la Unión.
La extensión de la moratoria, que concluye el próximo día 26 y excluye las colonias de Jerusalén Este y otras excepciones, es ahora mismo el principal escollo en las negociaciones.
Los líderes europeos recordaron que los asentamientos israelíes en territorios palestinos "son ilegales" e insistieron en que es "indispensable" que ambas partes mantengan la "calma y se abstengan de acciones que puedan afectar negativamente el progreso de la negociación".
"Esperamos que las dos partes no hagan nada que pueda amenazar las conversaciones", dijo en una rueda de prensa el ministro alemán de Exteriores, Guido Vesterwelle, quien situó la continuación de la moratoria como uno de los elementos clave para ello.
Los dirigentes comunitarios consideraron un "importante paso adelante" la reanudación del diálogo directo entre ambas partes el pasado día 2 en Washington, pero insistieron en reclamarles nuevos esfuerzos para conseguir "el cambio fundamental" necesario para lograr la paz.
En este sentido, los veintisiete miembros de la UE, que son el mayor donante de ayuda humanitaria a los palestinos (especialmente a Gaza), se mostraron dispuestos a continuar asistiendo a las partes para lograr el final del conflicto y la consecución de la paz.
La Unión Europea recalcó además que, para que la paz sea sostenible, "hay que alcanzar una solución duradera para Gaza", controlada por el movimiento islamista Hamás, opuesto a la negociación con Israel, que a su vez mantiene un bloqueo sobre ese territorio para evitar la entrada de armas.
Finalmente, la UE subrayó que es de "crucial importancia" la continuación del proceso de construcción de un Estado palestino, una política "totalmente respaldada por la Unión".