La Policía de Lubbock, Texas, arrestó la semana pasada a un joven de 19 años, identificado como William Patrick Williams, que presuntamente reveló a su abuela que había comprado un rifle de asalto AK-47 para utilizarlo contra un hotel local y luego suicidarse, según recoge RT.
La mujer, preocupada por la seguridad de su nieto, convenció a William de trasladarlo a un hospital para que lo examinaran. El joven, entonces, dio su consentimiento para que las autoridades registraran la habitación del hotel que había reservado y encontraron el rifle de asalto que compró el joven, munición, varios cuchillos y ropa militar.
"Realmente es una tragedia evitada. Quiero alabar a la abuela del acusado, que salvó numerosas vidas al interrumpir su complot, así como a los que investigaron la adquisición ilegal de un arma mortal. Si algún ciudadano sospecha de que un amigo o ser querido planea violencia, busque ayuda de inmediato", comentó en su cuenta de Twitter la fiscal federal Nealy Cox.
Los agentes descubrieron durante la investigación que William habría tergiversado sus datos personales en el formulario para la compra de armas de fuego, un ámbito que ha desatado la polémica en Estados Unidos tras los crímenes de los últimos días. El joven, acusado de falsas declaraciones, se enfrenta hasta a cinco de prisión.