Los rostros de las víctimas que ha dejado la matanza de El Paso

  • Jordan Anchondo murió protegiendo a su bebé de dos meses

La locura supremacista de Patrick Crusius, el tirador que presuntamente ha matado a 22 personas, siete de ellas mexicanas, y dejado heridas a otras 24 en un centro comercial de la ciudad texana de El Paso, EE. UU. ha dejado a decenas de familias rotas y desoladas que hoy lloran a sus seres queridos.

Los primeros relatos de esos minutos de horror dibujan los esbozo de una heroína como Jordan Anchondo que murió cubriendo con su cuerpo a su bebé de dos meses mientras ella recibía los impactos de bala. Su marido, André, también está entre los fallecidos después de que en un primer momento se le diese por desaparecido. La pareja, con otros dos hijos compraba material escolar en el momento que se produjo el tiroteo.

Arturo Benavides ha sido otro de los abatidos en el supermercado de Ohio. Este veterano de guerra y conductor de autobús de 67 años iba todos los domingos a misa y después, junto a su esposa, acudían al centro comercial. Para su desgracia, este fin de semana cambió sus planes y fue de compras el sábado. Estaba en la caja cuando las balas le alcanzaron.

La puerta del Wallmart de El Paso es un sitio privilegiado para ejercer labores sociales. Eso era lo que hacían Jessica Coca Garcia, Memo Garcia y Maribel Saenzpardo. Con un pequeño puesto, solicitaban a los clientes colaboración para mantener vivo el equipo de béisbol en el que juegan sus hijos.

Las balas y la metralla han destrozado a Jessica y a Memo. Ambos han tenido que ser operados de urgencia y mientras ella se mantiene estable dentro de la gravedad, Memo lucha por salvar su vida después de que le hayan extirpado parte de los intestinos, el bazo y la vesícula aunque todavía hay metralla afectándole la médula. Su familia cree que si logra sobrevivir jamás volverá a andar.

Maribel Saenzpardo, es otra de las madres del equipo de béisbol. Su caso es similar a la de Jessica y Memo. También fue intervenida y su estado es grave.

Javier Rodríguez es una las víctimas más jóven. Junto a su tío Octavio Lizarde, de 23 años, disfrutaban de una sesión de videojuegos en un local del centro comercial. Los disparos de Patrick le alcanzaron de lleno perdiendo la vida como consecuencia de las heridas. Octavio, por su parte fue alcanzado en el pie derecho y se mantiene estable en el hospital.

Entre los veinte fallecidos, siete son de nacionalidad mexicana. Entre ellos están Sara Esther Regalado y Adolfo Cerros Hernández. Su día de compras en El Paso acabó en tragedia. Ambos perdieron la vida abatidos por las balas.