ACNUR eleva a 60.000 el número de sursudaneses desplazados en julio por la violencia

EUROPA PRESS 02/08/2016 13:20

El número de desplazados entre Sudán del Sur y Uganda se ha duplicado durante los últimos diez días, lo que supone una cifra de unos 52.000 refugiados desde que se reanudaron hace tres semanas los enfrentamientos entre los seguidores del líder rebelde, Riek Machar, y los adeptos del presidente sursudanés, Salva Kiir, según ha denunciado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

En el mismo periodo de tiempo, Kenia ha registrado la llegada de 1.000 refugiados y, según las organizaciones humanitarias en la zona, 7.000 han huido a Sudán, lo que supone una cifra de 900.000 desplazados desde diciembre de 2013, cuando se produjeron los primeros combates entre las diferentes facciones.

Varios grupos armados están saqueando ciudades, asesinando a civiles, reclutando a jóvenes y niños e impidiendo que aumente el número de sursudaneses que abandonan la zona, según ha alertado ACNUR, que ha señalado que muchos de ellos han recibido recomendaciones de evacuar la región de Yei.

Más del 85 por ciento de los refugiados que llegan a Uganda son mujeres y niños menores de 18 años, los cuales han sufrido, en la mayoría de los casos, la pérdida de alguno de sus progenitores, según la agencia de la ONU. La mayoría, provenientes del estado de Ecuatoria Oriental, se han unido a los convoyes del Ejército de Uganda para abandonar el país.

RESTRICCIÓN DEL ACCESO

Desde que se reanudó el conflicto en Yuba, el acceso de ACNUR a los 2.000 etíopes que se encuentran en el campo de refugiados de Gorom, cerca de la capital de Sudán del Sur, se encuentra fuertemente restringido debido a la inseguridad y la militarización de las carreteras cercanas al campamento, que se encuentra rodeado de barricadas.

Las autoridades de Kenia y Uganda han registrado numerosos casos de malnutrición severa, especialmente entre los menores, que están siendo atendidos en su mayoría por miembros de organizaciones humanitarias, que han alertado de que las ayudas no llegan a los sectores más vulnerables de la población debido a la fuerte restricción de los accesos.

Según ACNUR, la mejora de las condiciones y las instalaciones de los campos de refugiados en Uganda suponen una prioridad fundamental para reducir el impacto del conflicto sobre la población civil. Los centros de recepción, que se encuentran cerca del colapso, están siendo descongestionados, y en el distrito de Yumbe se están llevando a cabo los esfuerzos necesarios para abrir un nuevo centro de recepción con capacidad para 100.000 personas, según fuentes oficiales.

ACNUR ha instado a las partes enfrentadas a facilitar el trabajo de las organizaciones humanitarias en aras de hacer llegar la ayuda a la población más vulnerable y garantizar así que los solicitantes de asilo puedan acceder de forma segura a los centros de refugiados dispuestos en los países colindantes.