Los críticos consideran que los ejercicios militares conjuntos y la presencia de tropas estadounidenses en Filipinas es una violación de la soberanía nacional.
El secretario general del movimiento Nueva Alianza Patriótica, Renato Reyes, ha manifestado su disgusto. "Vemos esto como un desarrollo muy negativo. Teniendo en cuenta que 20 años después de haber echado a las bases de Estados Unidos ahora están de vuelta en Filipinas incluso sin un acuerdo formal. El país entero se transforma en un puesto militar", ha manifestado Reyes según recoge la cadena china CNTV.
Los militares estadounidenses dejo Filipinas en 1992 y el Gobierno filipino aprobó una disposición constitucional que prohíbe la existencia de bases militares extranjeras en su suelo. Sin embargo, los ambos países han comenzado a discutir la posibilidad de renovar la presencia militar norteamericana. Esta contingencia ha despertado el sentimiento nacionalista contra Estados Unidos en Filipinas.
El mes pasado ya se llevaron a cabo protestas contra un submarino nuclear estadounidense cuando atracó en el puerto filipino de Subic Bay.