El embajador sirio ante la Liga Árabe, Yousef Ahmad, ha defendido que el acuerdo alcanzado con este organismo emana de la posición del Gobierno de Bashar al Assad de "rechazo a la violencia, prohibición del derramamiento de la sangre siria, adopción de un diálogo nacional y apoyo a la reformas".
Así se ha manifestado con motivo de la reunión de los ministros de Exteriores de la Liga Árabe en El Cairo, al término de la cual se ha anunciado que Damasco ha accedido al acuerdo planteado por los países árabes y que contempla, entre otras cuestiones, la retirada del Ejército de las ciudades y la liberación de los prisioneros.
En declaraciones recogidas por la agencia oficial SANA, Ahmad ha destacado que el Gobierno sirio respondió a los esfuerzos árabes con "de forma positiva, con flexibilidad y apertura por su creencia de que el papel árabe está basado inevitablemente en su entusiasmo por la seguridad y la estabilidad en Siria".
Según el embajador, los dirigentes sirios "se dieron cuenta desde el primer momento de la escala y las razones detrás de la crisis y la afrontaron por su reconocimiento de las demandas legítimas del pueblo sirio".
Por otra parte, tras rechazar cualquier injerencia extranjera, el embajador ha subrayado que Siria cuenta con "los hermanos árabes y su voluntad de asumir sus responsabilidades y ofrecer todo tipo de apoyo para aplicar los artículos del documento firmado con la Liga Árabe para resolver la crisis siria".
En concreto, ha pedido el respaldo de los países árabes para "poner fin a la instigación política y mediática externa, animar a todas las partes dentro y fuera de Siria a abordar de forma positiva, seria y sincera lo estipulado por el documento, hacer frente a los intentos de injerencia externa negativa en los asuntos internos sirios y rechazar las sanciones unilaterales impuestas sobre Siria".