Tras el anuncio del enlace, la monarquía británica confía en que la pareja arrastre un renovado entusiasmo por la institución. Aún es pronto para evaluar las reacciones, pero lo cierto es que el gancho de Kate Middleton está demostrado. El vestido azul, de unos 500 euros, que la prometida del príncipe Guillermo lució en la ceremonia de pedida de mano, se ha agotado en todo Londres. Se trata de un modelo de la marca Issa, de la diseñadora brasileña Daniella Issa Helayel, dentro de una gama de vestidos con versiones de día, hasta la rodilla, o más largos para la noche. Es una firma que la joven ya habría vestido en otras ocasiones, y cuya carrera muy probablemente repuntará tras este diseño. De hecho, se rumorea que Issa ha encargado una nueva producción del vestido.
Además, los zafiros azules son al piedra codiciada del momento. Hace años que se venden copias del anillo de Diana de Gales, pero tras conocerse que Guillermo se lo ha regalado a Kate, los talleres que los comerciaban se han quedado sin ejemplares.
Esta es la sintonía mayoritaria, la del culto e imitación a esta nueva princesa plebeya, pero también hay quien piensa que ese anillo, el que anunció el compromiso entre Lady Di y el príncipe Carlos, podría traer malas vibraciones a la joven pareja. IM