AI insta al Gobierno polaco a completar inmediatamente la investigación sobre las cárceles secretas de la CIA

EUROPA PRESS 12/06/2013 13:47

Los grupos de defensa de los Derechos Humanos acusan al Gobierno del país de actuar en connivencia con la CIA para establecer una prisión secreta en Stare Kiejkuty, a 180 kilómetros al norte de Varsovia, donde los sospechosos de pertenecer al grupo terrorista Al Qaeda fueron torturados entre 2002 y 2005.

La investigación, que se inició en 2008 y que se ha llevado a cabo al amparo del secreto, ha sido ampliada este miércoles hasta el mes de octubre por la Fiscalía General polaca. AI ha denunciado que los fiscales se han negado a revelar prácticamente cualquier tipo de información relacionada con la investigación y a hacer públicas sus conclusiones.

"El hermetismo y las demoras no pueden utilizarse como táctica para eludir la rendición de cuentas", ha afirmado la experta en lucha contra el terrorismo y derechos humanos de AI, Julia Hall.

"El Gobierno de Polonia debe depurar responsabilidades sobre un período de la historia del país en el que quienes tenían la autoridad parecen haber actuado en connivencia con Estados Unidos y con otros Estados en la detención ilegal de personas y su traslado a lugares donde fueron torturadas y sometidas a desaparición forzada", ha añadido.

"El genio ha salido de la lámpara: hay un torrente de informes públicos creíbles de medios comunicación, organizaciones intergubernamentales y organizaciones no gubernamentales -por no hablar de datos oficiales de organismos oficiales polacos- que deja pocas dudas de que Polonia albergó un centro secreto de detención gestionado por la CIA", ha asegurado Hall.

"Si existen indicios suficientes para presentar cargos contra ex funcionarios y agentes de inteligencia por sus participación en esas actividades ilegales, esas personas deben ser enjuiciadas ya", ha expresado.

Después del 11 de septiembre de 2001, personas sospechosas de actos relacionados con el terrorismo fueron detenidas de manera ilícita o secuestradas y trasladadas a países donde corrían el riesgo de sufrir tortura u otras formas de malos tratos y juicios sin garantías, o fueron enviadas a prisiones secretas de la CIA donde fueron interrogadas mediante técnicas constitutivas de tortura y malos tratos.

El pasado 23 de mayo, durante un discurso sobre la política antiterrorista del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, éste admitió la existencia de estas instalaciones y reconoció que "en algunos casos, (...) pusimos en peligro nuestros valores básicos, usando la tortura para interrogar a nuestros enemigos y recluyendo a personas de una manera que es contraria al Estado de derecho".

"Estados Unidos ha confesado que sus agentes torturaron y recluyeron ilegalmente a personas", ha declarado Hall. "Si Polonia fue cómplice en estas violaciones, debe reconocer también su propio papel y hacer que los autores de tales actos asuman sus responsabilidades. Es lo mínimo que exigen la gravedad y el carácter sistemático de estos delitos", ha concluido.