La mujer rusa contó a los detectives que en una ocasión su hijo de 42 años intentó violarla en un estado ebrio al confundirla con su exmujer, relata el Daily Mail.
Los vecinos llamaron a la policía al detectar "olor a cadáver", pero ella se excusó ante los agentes alegando que en el interior de las bolsas de plástico había "carne de oso podrido" que su hijo había traído de un viaje de caza. En cuanto la policía comprobó que aquella afirmación no era cierta, Lyudmila R quedó detenida.
En el interrogatorio ella terminó confesando el crimen explicando en lo que se había convertido su vida desde que su hijo se había instalado en su casa después de ser echado por su exmujer. Relató al detalle todo lo sucedido. "Tomé una sartén de la cocina y lo golpeé en la cabeza", dijo. "Fui a comprar una sierra mecánica porque me dolían las manos y no podía usar un cuchillo". "Cubrí el piso con plástico, luego le corté las piernas, los brazos y la cabeza."
Prosiguió su desgarrador testimonio contando que también cortó su pene y sus entrañas que expulsó a los cubos. "No derramé ni una sola lágrima mientras hacía todo esto", cuenta mientras explica que se encontraba en un estado de extrema perturbación emocional.
Se ha salvado de la cárcel pero tiene prohibido salir de su ciudad durante 23 años, además de estar sujeta a un toque de queda nocturno y tampoco puede cambiar su dirección sin permiso.
El funcionario del fiscal estatal dijo: "Para ser honesto, no hemos tenido un caso así en los últimos 15 años".