La app china para saber si tu vecino tiene el coronavirus

  • En mi barrio hay nueve de los 337 casos de Pekín.

  • También hay varias aplicaciones que permiten saber si se ha viajado sentado al lado de un enfermo, ya sea en avión o tren

“Por favor, si hay algún caso de coronavirus en la comunidad donde vive, avísenos lo antes posible”. Muchos residentes en China han recibido este mensaje en los últimos días por parte de sus empresas.

“¿Cómo puedo saberlo?”, pregunto. En mi edificio no hay sanitarios fumigando los pasillos ni se han sellado puertas de apartamentos, las señales que podría esperar si tuviera vecinos contagiados. “Puede consultar las siguientes aplicaciones”, me responden. Y, a continuación, varios ejemplos de apps donde aparecen marcados los lugares de residencia de todas las personas infectadas en Pekín. Distrito, calle y número.

CBNDATA y WeChat, el WhatsApp chino, recogen datos oficiales y señalan sobre un mapa de la ciudad todas las comunidades de vecinos a evitar. Si se activa el GPS, se puede conocer la distancia exacta desde la ubicación actual al punto infectado. En rojo, aparecen los casos detectados en los últimos 14 días, el periodo de incubación. En amarillo, entre 14 y 18. Y en verde, en el último mes. Además, se informa del número de casos.

En mi barrio hay nueve de los 337 casos de Pekín. El más cercano, a 1,81 kilómetros.

En los últimos días, millones de personas emplean estos miniprogramas, que reducen la ansiedad de caminar por la calle sin saber dónde acechará el virus. Además, la propia aplicación envía un mensaje de calma: “Los casos confirmados han sido ingresados en hospitales designados. ¡Mientras se proteja, no necesita preocuparse demasiado!”.

Estas aplicaciones, que en otros lugares supondrían un escándalo por violación de la intimidad de los enfermos, no suponen ningún problema en China, donde el concepto de privacidad es distinto.

De hecho, en el caso de Pekín, las direcciones de los edificios infectados han sido publicadas por el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la ciudad, según el organismo, para “facilitar que las comunidades lleven a cabo medidas de prevención y detener el avance de la epidemia”.

Compañeros de asiento infectados

Pero no son las únicas. También hay varias aplicaciones que permiten saber si se ha viajado sentado al lado de un enfermo, ya sea en avión o tren. Los datos de todos sus viajes realizados en las semanas previas a su diagnóstico son fácilmente accesibles.

La sencilla web 133.cn cuenta con un sistema similar al de las páginas de comprobación de números de la lotería. Aunque no es la única. La empresa Qihoo 360 también cuenta con una app similar que, según el diario South China Morning Post, recibió más de 20 millones de visitas en sus primeras 48 horas de funcionamiento. En ellas se introduce el trayecto y el número de asiento y al momento se sabe si se ha tenido la fortuna de coincidir con alguien que posteriormente dio positivo en coronavirus.

También se puede buscar por ciudad de origen o destino y comprobar todos los viajes que se han producido con pasajeros contagiados, las fechas, las horas, las paradas que hicieron estas personas y dónde se sentaron.

China ha tirado de nuevas tecnologías para luchar contra la epidemia. A las aplicaciones se han sumado drones que amonestan a las personas que salen a la calle sin mascarilla, robots enfermeros que no corren riesgo de contagio al tratar con pacientes o escáneres de temperatura a distancia con reconocimiento facial para lugares concurridos.

Información y discriminación

Aunque no de forma concreta por las aplicaciones móviles, cientos de personas infectadas o remotamente relacionadas con los lugares en cuarentena han denunciado episodios de discriminación en China desde el estallido del brote.

Estudiantes marginados en sus residencias por tener familia de Wuhan, vecinos a los que se les han tapiado puertas para que no puedan salir de casa o personas a las que no se les ha permitido entrar en pueblos por tener coches con matrícula de la provincia de Hubei.

La histeria por el coronavirus ha llevado, incluso, a que en algunas zonas de China se paguen recompensas por información de vecinos que puedan ser foco de contagio, por muy pequeña que sea la posibilidad, o se levanten barricadas para impedir sus movimientos. Los comités vecinales preguntan casa por casa y la policía recibe llamadas denunciando su presencia.

La publicación de información sobre su procedencia o su estado de salud, aunque pueda evitar contagios, se ha convertido en un problema para muchos.