La policía turca buscan los restos de Jamal Khashoggi, cree que sus asesinos pudieron traerlos hasta un bosque cercano a Estambul desde el consulado de Arabia Saudí. Expertos forenses también han inspeccionado a fondo la camioneta que habría servido para el traslado del cadáver mutilado y que se vio en el consulado el día de la desaparición del periodista.
La inteligencia turca sospechó del crimen el mismo día, horas después de que la prometida del periodista saudí denunciara su desaparición, se interceptó uno de los aviones en los que había volado el comando ejecutor, lugar que registraron pero no se pudo encontrar ninguna prueba incriminatoria.
Pese a los intentos de Riad de ocultar el escándalo, hoy hasta Trump da por muerto a Khashoggi y ahora amenaza con represalias si la monarquía saudí está involucrada. Momento en el que entraría en escena, a su pesar, un general saudí, el número dos de los servicios de inteligencia del país. Según asegura el New York Times hay un plan para que cargue con toda la culpa, y que el rey Salman y el príncipe Mohamed salven esta crisis.
Boicot a Arabia Saudí
A la espera de conclusiones policiales, comienza a haber consecuencias políticas del asesinato del periodista. La cumbre convocada por Arabia Saudí, a quien se responsabiliza del crimen, está viendo cómo se dan de baja los inscritos en el llamado ‘Davos del Desierto’
Los abusos en Derechos Humanos se habían saldado siempre sin efectos cuando se hablaba de las monarquías del petróleo, ahora, hasta las competiciones deportivas, con Nadal y Djokovic en el foco, empiezan a plantearse sus negocios con presencia en Arabia Saudí.