Al Assad, dispuesto al diálogo

Atlas 06/01/2013 14:45

Gritos de apoyo a Al Assad nada más entrar en el teatro de la Ópera de Damasco. No hablaba en público desde agosto. Primero ha lanzado los mensajes más firmes: Los opositores no son revolucionarios, sino terroristas, títeres de occidente, y hace falta una movilización nacional contra los rebeldes, sicarios de Al Qaeda, ha dicho. En ningún momento se ha retractado de la brutal represión ejercida contra las protestas que, desde principios de 2011, exigieron en las calles reformas políticas y sociales en el marco de la Primavera Árabe. Parecía que iba a ser un mensaje más de firmeza. Y así ha sido, al menos, hasta que ha puesto sobre la mesa un plan para poner fin al conflicto. Plan que pasa porque se deje de armar a los rebeldes desde el exterior. Entonces el Ejército detendría sus acciones y se abiriría una conferencia de diálogo nacional que llevaría a la convocatoria de nuevas elecciones. No es mucho. Hay quien esperaba más, pero es algo. Lo cierto es que el plan llega cuando los combates se han acercado peligrosamente a las puertas del palacio presidencial. Los rebeldes han ido ganando terreno, fuerza y reconocimiento desde el exterior en los últimos meses. Sus inexpugnables bases aéreas ya no lo son tanto y poco a poco van comiendo país al régimen. Queda la respuesta, pues, de la oposición, que siempre había pedido la renuncia de Al Assad y su marcha del país como condición indispensable para la paz.