Nicholas Cleves, de Nueva York. Tenía 23 años. Se había graduado recientemente en el Skidmore College de Saratoga Springs, en Nueva York. Era desarrollador de software y recientemente había empezado su primer trabajo tras acabar su educación, según ha relatado uno de sus amigos. “Era encantador, inteligente y una persona con curiosidad”, afirma. Nicholas solía ir en bicicleta a todas partes en la ciudad.
Darren Drake, de New Milford, New Jersey, tenía 32 años. Trabajaba en Nueva York como responsible de proyectos para Moody's Analytics, una firma de investigación económica. Cuando sus padres no pudieron localizarlo horas después del ataque, condujeron hasta el Hospital Bellevue en Nueva York, donde les dijeron que había muerto. Darren iba a celebrar su cumpleaños en dos semanas, explica su padre. Drake es recordado como "un buen hombre con un gran corazón" en un comunicado emitido por el distrito escolar público de New Milford, donde formó parte de la junta de educación local de 2009 a 2013.
Ann-Laure Decadt, belga, de 31 años, visitaba Nueva York con su madre y dos hermanas en el momento del ataque. Esta madre belga –tenía dos hijos, de 3 años y 3 meses- pedaleaba por el carril bici cuando fue arrollada por la furgoneta. Ni su madre ni sus hermanas resultaron heridas.
Cinco amigos argentinos
Las cinco víctimas argentinas son Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi. Junto a otros cinco amigos, celebraban los 30 años de su graduación en el Instituto Politécnico de Rosario.
Ariel Erlij, empresario de 48 años, fue uno de los que más promovió el viaje, y ayudó a pagar los billetes del grupo. Hernán Ferruchi era arquitecto en Rosario, donde estudió en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Esa misma profesión la compartía Diego Angelini, otras de las víctimas, que tenía un estudio en pleno centro de Rosario, y Hernán Mendoza socio fundador del estudio ‘Amascuatro’.