Japón mata a 333 ballenas para un estudio científico

Informativos Telecinco 03/04/2017 02:33

Después de haber cazado 333 ballenas en el océano Antártico, cinco buques japoneses llegaron al puerto de Shimonoseki, en el suroeste del país, según informa The Japan Times. La Agencia de Pesca ha explicado que la caza forma parte de una investigación ecológica para determinar su edad, nutrición y condiciones reproductivas.

La plataforma activista de protección animal, Humade Society Internacional, ha asegurado que las autoridades japonesas matan ballenas sin necesidad. "Es una crueldad obscena en nombre de la ciencia que debe terminar", ha afirmado en un comunicado el vicepresidente de la asociación, Kitty Block. La plataforma ha mencionado que no existe necesidad alguna para la caza de estos cetáceos y que los buques japoneses se excusan en las investigaciones científicas para cazar ballenas. Estos pesqueros venderían la carne de los animales, ya que es una de las fuentes de proteínas más baratas que se venden en el mercado nacional, según la organización.

Los ecologistas tachan este acto de "crueldad obscena", aun que el buque japonés aseguró al llegar al puerto no haber tenido ningún problema con el grupo ecologista: "fue genial que hayamos logrado nuestro plan y seguiremos con firmeza nuestras investigaciones para la reanudación de la cacería comercial de ballenas".

Caza de ballenas, una tradición en Japón

La moratoria de la Comisión Ballenera Internacional de 1986 permite la caza de cetáceos solamente en el marco de la investigación científica. El país asiático parece haberse acogido a este decreto ya que en la pasada temporada Japón llevo a cabo una investigación sobre la caza de ballenas en la Antártida, pero volvió a cazar cetáceos en el 2016. A pesar de que en 2014 la Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas pidió a Japón que detuviera su programa de pesca de ballenas.

Tokio declaró en 2015 que en los siguientes 15 años tenia como objetivo la caza de 4.000 ballenas como parte de su programa de investigación. Según afirman las autoridades, la cacería de ballenas forma parte de la tradición de país y debe de ser preservada. Aún así Japón ha reducido la captura de estos animales en los últimos años, en parte debido a la disminución de la demanda interna.