En su comunicado, ha expresado su preocupación por el hecho de que "estos cobardes ataques" hayan sido perpetrados en funerales, mercados y lugares de culto, asegurando que "están destinados a dañar la unidad del pueblo de Irak".
Asimismo, ha reclamado a las autoridades iraquíes que "garanticen que los responsables de estos crímenes son rápidamente llevados ante la justicia", al tiempo que ha reiterado el respaldo de la ONU al diálogo nacional y la reconciliación en el país.
Al menos 40 personas han muerto y otras 58 han resultado heridas por el atentado cometido este lunes contra un funeral chií en la localidad de Muqdadiya, ubicada en la provincia de Diyala, según el último balance confirmado por las autoridades.
El ataque ha sido perpetrado apenas un día después de que al menos 70 personas murieran en un doble atentado suicida ejecutado en un mercado del barrio chií de Ciudad Sadr, en Bagdad.
Los chiíes son uno de los objetivos predilectos de los grupos de salafistas suníes como el Estado Islámico, en particular en Irak, donde desde el derrocamiento del régimen de Sadam Husein dominan la política nacional.