"En nombre del Gobierno y de las Fuerzas Armadas de Birmania, me disculpo oficialmente ante China", ha dicho el ministro de Exteriores, U Wunna Maung Lwin, en una rueda de prensa junto a su homóloho chino, Wang Yi, desde Pekín.
Lwin ha expresado sus condolencias a las víctimas y sus familias y ha revelado que Birmania ya está en gestiones con las autoridades chinas para "llegar a un acuerdo adecuado sobre las indemnizaciones", según ha informado la agencia de noticias china Xinhua.
Además, se ha comprometido a seguir adelante con las investigaciones. "Birmania garantizará que los implicados en este incidente rinden cuentas ante la Justicia y fortalecerá las medidas de seguridad domésticas para evitar otros similares", ha sostenido.
Los ministros de Exteriores han aprovechado la comparecencia conjunta para ratificar su compromiso de mantener la estabilidad en los 2.000 kilómetros de frontera que comparten, así como para desarrollar una alianza estratégica.
El incidente tuvo lugar el pasado 13 de marzo, cuando un avión militar bombardeó la frontera, alcanzando una plantación de arroz de la localidad china de Lincang, ubicada en la provincia de Yunnan.
LUCHA INSURGENTE
El ataque aéreo se enmarca en la ofensiva lanzada por el Gobierno de Tein Shein el pasado mes de febrero contra los rebeldes del Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Birmania (MNDAA), concentrados en la región de Kokang.
El MNDAA estaba integrado antiguamente en el Partido Comunista de Birmania, una guerrilla respaldada por China que combatió al Gobierno birmano hasta que se disgregó en 1989.
Los enfrentamientos entre los rebeldes y el Ejército en 2009 empujaron a decenas de miles de refugiados a cruzar al suroeste de China, desatando las críticas de Pekín.
La población kokang vive en la Región Especial de Kokang, ubicada al noreste del citado estado, y es en su mayoría descendiente de ciudadanos de habla china que emigraron a la zona en el siglo XVIII.