Estos bombardeos han motivado el enfado del Gobierno de Afganistán, que presentó la semana pasada una queja contra Pakistán ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por lo que considera como ataques no provocados.
Los residentes en la zona han pedido al Gobierno y a la comunidad internacional que se ponga fin a las incursiones transfronterizas, ya que han provocado víctimas, pérdidas económicas y desplazamiento de población. A principios de septiembre, cientos de residentes de Kunar pidieron a las tropas extranjeras que se retiren de la zona en caso de que sean incapaces de detener el lanzamiento de proyectiles desde Pakistán.