La operación, una de las más importantes de los últimos tiempos, está dirigida contra los talibán paquistaníes que buscan refugio y atacan los puestos de control fronterizos.
Trsa la ofensiva, un 80 por ciento de la zona se encuentra ya bajo control del Ejército que ha despejado la mayor parte de los poblados. Ahora el problema reside en "las minas antipersona que han colocado los insurgentes en gran parte de la zona", y que se han cobrado la vida de seis soldados y dos civiles.