Las autoridades peruanas confirmaron el jueves la apertura de investigaciones sobre varios militares por la presunta entrega de información a Chile entre 2006 y 2011, durante el Gobierno de Alan García.
El presidente de Perú, Ollanta Humala, llegó a advertir de que, de confirmarse estos hechos, "sería gravísimo" para las relaciones bilaterales.
"Ante la situación planteada en Perú" y en respuesta a las opiniones emitidas por "las más altas autoridades" de ese país, el Ejecutivo chileno ha hecho público un comunicado en el que ha subrayado que "no promueve ni acepta acciones de espionaje en otros Estados ni en su propio territorio".
El Ministerio de Exteriores de Chile ha insistido en que la "voluntad" del Gobierno de Michelle Bachelet es "continuar el proceso de fortalecimiento de las relaciones bilaterales" y una "agenda de futuro". Para ello, ha añadido, ha reiterado su "intención" de "seguir dando pasos de confianza mutua e integración".