Unos intrépidos deportistas ya habían logrado hacer windsurf en la nieve, pero en su último desafío se han propuesto innovar mucho más: se han subido a un helicoptero para acceder al pico de las impresionantes montañas suizas de Engadine y desde ahí cada uno ha optado por una técnica.
Unos, por una modalidad de kitesurfing en la nieve que permite deslizarse a ratos y a otros simplemente volar. Otros han elegido la tabla y la vela para surfear sobre el polvo blanco con destreza acrobática, todo un show.
El snowboard a toda velocidad parece un clásico de este proyecto que ha cumplido el objetivo de combinar diferentes disciplinas sobre un mismo terreno. Sólo verlos corta la respiración.